Deben pasar con éxito la Inspección Técnica de Vehículos, que se realiza de manera periódica para comprobar el estado de los vehículos, garantizar la seguridad vial y disminuir, a su vez, el impacto medioambiental.
No obstante, el resultado de la revisión puede salir desfavorable o negativa, lo que quiere decir que el coche en cuestión no cumple con las condiciones óptimas de seguridad y, por tanto, no puede circular por la vía pública, así como tampoco se debe hacer en caso de que esté caducada.
Se pueden detectar dos tipos de faltas: las leves o las graves o muy graves. Mientras las últimas sí tienen un impacto directo y repercuten en la seguridad del vehículo, las primeras no lo hacen, pero sí afectan al funcionamiento del vehículo. Un ejemplo de estas sería, por ejemplo, que las luces no funcionen correctamente, la matrícula esté dañada o que la carrocería esté en mal estado, entre otras.
¿Hay un límite de fallos?
Tener defectos leves no tiene por qué ser motivo de una ITV desfavorable. De hecho, “la ley determina que si un vehículo solo tiene defectos de este tipo tras pasar todas las pruebas de la ITV, independientemente de cuántos sean, la inspección técnica de vehículos no se va a rechazar“, indican desde Servicios ITV SGS, una multinacional líder en inspección, verificación, análisis y certificación. Es decir, si durante el control técnico no se detectan fallos graves que supongan un peligro para los usuarios de la vía, el vehículo puede pasar con éxito el examen.
De esta manera, se puede afirmar que, actualmente, no existe un límite de faltas leves que impida pasar la ITV y, por tanto, implique la obligatoriedad de reparar el vehículo antes de poder volver a circular con normalidad, aunque es sí es recomendable solucionar los problemas cuanto antes. Es decir, es posible que aunque el vehículo presente algunos fallos de tipo leve, el resultado final, aun así, sea favorable.
Lo contrario ocurre en caso de presentar un fallo grave o muy grave. En este caso, no se va a pasar la ITV y para poder volver a circular, es obligatorio reparar el vehículo y volver a pasar el examen técnico, es decir, la ITV. No hacerlo puede acarrear una sanción económica elevada e incluso la retirada de puntos del carnet de conducir. Según establece la ley, circular sin la pegatina correspondiente debido a un resultado negativo implica una multa de 500 euros.
Fuente: https://www.niusdiario.es/