Las temperaturas frías afectan a la funcionalidad de la batería y al amperaje necesario para arrancar el coche. De cara al invierno mantenla al día, revísala mínimo cada 10.000 km para funcionamiento óptimo, alargarás su vida útil.
La batería sigue siendo un elemento esencial en el funcionamiento del vehículo y por lo tanto, se debe realizar un mantenimiento adecuado revisándola con regularidad (al menos cada 10.000 kilómetros), permitirá su funcionamiento óptimo y alargará su vida útil.
Las temperaturas extremas afectan a la funcionalidad de la batería. En invierno, con temperaturas frías, se reduce su capacidad, y si no se encuentra en condiciones óptimas de funcionamiento, puede no tener el amperaje necesario para arrancar el coche. Además, en marcha, se utilizan más los sistemas del vehículo que necesitan electricidad para su funcionamiento: limpiaparabrisas, luces, antinieblas, luneta térmica, calefacción, calefactores de asiento…
Con temperaturas elevadas, el rendimiento de la batería será superior. Pero su vida útil se verá reducida pues los materiales activos se ven sometidos a una mayor degradación.
¿Se puede recargar? Si la batería está en buenas condiciones, lo mismo que el alternador, no habrá problema para que recupere su nivel máximo. Para ello, una vez arrancado el vehículo habrá que circular durante dos horas, por lo menos. Otra opción es disponer de un cargador de baterías, o llevarlo a un taller para que haga la recarga. Ésta suele durar unas 24 horas.
Fuente: https://revista.dgt.es/
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