La DGT advierte que hay un tipo de lentes que solo son apropiadas para condiciones especiales de luminosidad, por lo que conducir con ellas en túneles o áreas oscuras puede representar un riesgo.
La seguridad al volante es crucial, especialmente durante el verano, cuando el sol puede deslumbrar y afectar nuestra visión. Las gafas de sol se convierten en un complemento imprescindible en esta época. Sin embargo, no todas las gafas son adecuadas para conducir, según informa la Dirección General de Tráfico (DGT) en su revista mensual.
Existen tres tipos de gafas de sol: tintadas o con recubrimientos, polarizadas y fotocromáticas. Las tintadas absorben la radiación de forma uniforme o degradada, mientras que las polarizadas eliminan los reflejos. Las fotocromáticas cambian de color cuando se exponen a la luz, aunque se desaconsejan para conducir debido a su tiempo de desactivación.
En cuanto al color de los cristales, se recomiendan filtros grises, marrones o verdes, ya que no alteran la percepción del color y reducen la fatiga ocular. Las gafas de color rosa incrementan el contraste y reducen la fatiga ocular en usos prolongados, mientras que las amarillas son aconsejables en pacientes con patologías retinianas.
Sin embargo, hay dos tipos de gafas que nunca deben usarse al volante: las fotocromáticas y las de filtro de categoría 4. Estas gafas pueden comprometer gravemente la visión al entrar en un túnel, ya que reducen drásticamente el paso de la luz o tienen un largo tiempo de adaptación, lo que resulta peligroso al conducir.
Por lo tanto, es importante elegir las gafas adecuadas al volante para garantizar una conducción segura y sin riesgos para la visión.