Los llamados ‘semáforos foto rojo’ son aquellos acompañados de una cámara para captar a quienes se los saltan. Tienen por objetivo prevenir choques con otros vehículos y atropellos, y están en España desde hace más de una década en multitud de ciudades, ya que son los ayuntamientos los que deciden su instalación y gestionan sus sanciones. Están sobre un soporte a 25 metros de distancia del semáforo, en alto para que en una misma imagen se vea tanto el color del semáforo como la matrícula del vehículo, y además deben estar anunciados unos metros más atrás.
Para que la sanción sea válida deben tomarse dos imágenes del vehículo infractor: una antes de la línea de detención con la luz ya en rojo (si pasa esta línea en ámbar no hay multa), y la otra después de haberse saltado esa misma línea. Esas fotos las ve una persona del ayuntamiento, que comprueba si las tomas son válidas y, en caso de serlo, realiza el proceso a fin de que se envíe la denuncia al propietario del vehículo, que debe ser notificado de la denuncia en un plazo máximo de seis meses.
La cuantía de las multas es de 200 euros y la pérdida de 4 puntos del carné, ya que se trata de una infracción considerada como ‘Grave’.
En Madrid hay tres ‘semáforos foto rojo’ con los que el Ayuntamiento de Madrid factura hasta 5,1 millones de euros en un año. Se trata del situado en el cruce de la Calle Alcalá con San Romualdo, que de enero a octubre de 2022 puso 7.460 denuncias; el de Cea Bermúdez con Vallehermoso, con 7.455 denuncias; y el de Plaza Elíptica, con 6.334 multas.
En total, 21.249 infracciones solo captadas por estos tres semáforos en 10 meses. Es decir, que si extendemos estos datos a lo que sería un año completo (salen a más de una multa por hora) tendríamos unas 25.500 multas solo en estos tres puntos de Madrid.
Fuente: https://www.marca.com/coches-y-motos/coches/2023/02/21/63f479bfe2704e92628b457a.html